13.10.09

RESPUESTA AL MANIFIESTO HECHO POR MI AMIGA PENÉLOPE EN SU BLOG

He visto revoluciones lejos de casa desde que tenía igual edad que tú cuando eras niña, querida amiga, siempre un paso adelante de este lugar que pareciera a veces más bárbaro que en otros tiempos.

He visto desde mi tierna infancia, los colores de cientos de banderas enarboladas en pos de la libertad, como quiera que ésta tome nombre. Así como cientos y cientos de manifiestos desde que tengo uso de mi conciencia; mítines, panfletos, gente corriendo en las calles, he registrado cada uno de los movimientos que surgen de vez en cuando en este país. Maravillado he asistido, primero como espectador, luego como creyente, después como testigo y al final como espectador una vez más.

La gente puede gritar de mil maneras: la libertad siempre estará un paso adelante.

Ahora que transcurren estos tiempos de desazón, de incertidumbre, de abandono, ¿qué se necesita para abandonar en nombre de la libertad eso que se está viviendo y que hemos creado todos?

Qué se necesita para no repetir la Historia?

Has visto la espontaneidad de tus alumnos, te has maravillado ante lo que puedes hacer y de lo que has llegado a hacer, te has sumido en la más aceitosa de las penas y has regresado de tus propias guerras, no necesitas nada más, el entorno te impacta porque te duele tanta estupidéz en pos del poder, el poder no es más que un cerillo prendido alrededor de una tormenta eléctrica, el poder se diluye con los primeros síntomas de la gente organizada, no al rededor de ismos, no en instituciones que apestan a ideas cuadradas.

¿Cuál fue el mayor recuerdo que tuviste en la infancia amiga mía?
o mejor aún, de ese recuerdo, ¿qué es lo que más extrañas y deseas que regrese dentro de ti?
yo recuerdo el silencio de estar dentro, la tranquilidad que me daba el estar afuera y sentirme parte de un todo.
El poder es el deseo de regresar a esa tranquilidad y a la paz, ejercer el poder es controlar desde afuera cada una de las cuerdas que rodean un entorno violento, cada uno desea ejercer el poder sobre los demás y sobre sí mismo para no sentirse vacío, para saber que vale la pena estar, ser, tener conciencia, reafirmarse sobre el eje del otro de su propio entorno o de una comunidad entera.

Un niño nada sabe del juego de significados, desea o no desea, se maravilla o se aburre con una facilidad asombrosa, pregunta porque su entorno le es ajeno y desea eso que ve, lo desea pero no sabe nada de desear o de querer, simplemente se encuentra unido a su entorno, de ahí que los mayores llamen inocencia a esta edad.

La edad de la inocencia ha terminado en este país? al parecer no, al parecer todas las generaciones desde la primera que se estableció en este país, no han salido de la inocencia, al menos no de la inocencia política. No sé de otras naciones, no es importante porque simplemente el entorno que nos incumbe es éste, a pesar que otros poderes políticos influyan de manera notable en este rico y asombroso país.

Nunca terminaremos por tragarnos el viejo adagio: pueblo que no aprende de su historia...

Así, de esta manera, a pesar de la militarización, narcotización (en todos los sentidos) mediatización y demás estrategias que sirvan a los hijoputa en turno que ejerzan el poder, la inocencia seguirá prevaleciendo en el grueso si no que toda la población de México.

No habrá una guerra civil en México, ni revolución, ni un cambio de estructuras a fondo que nos lleven a una época de bonanza estratégica política, al menos no ahora, la solución a una de las infinitas variables es la más simple, nos estamos encaminando a una nueva época de mano dura en todos los ámbitos de la vida pública, con la venia del grueso de la población, no es necesaria la organización celular, ni los viejos preceptos anarquistas, ni las izquierdas vetustas o las manifestaciones rebasadas por estrategias muy bien sabidas, muy bien administradas por el gobierno y las clases dominantes.

Habrá qué leer lo que ocurrió años antes en Europa, cuando hubo en España el ensayo a la Segunda Gran guerra: sindicatos divididos, gobierno débil, ideologías impracticables, clima violento que desencadenó el apoyo de la clase media a las tropas nacionales con el apoyo tácito de las naciones industrializadas.

Democracia en México?

Como soy buen roñoso en turno digo, pan con lo mismo camarada. Lo que pasó con el sindicato de electricistas es sólamente un ensayo general de lo que viene, la edad de la inocencia permanece en los que por un lado están luchando a favor de un sindicalismo vendido, la edad de la inocencia permanece en la clase que ejerce el poder y se sabe segura de su propio destino.

Pero los hechos en la historia no se equivocan.

Saludos querida amiga.

1 comentario:

Penélope Miranda dijo...

El mar, mi querido Carlos, es ése gran recuerdo. Ese mar temible y acariciador, en el que efectivamente me sentía parte de todo, en el silencio del agua que cubría mis oidos, en la furia de las olas que rompen los despojos de las rocas más duras por la noche. Tú sabes, todas las penélopes tienen algo con Poseidón. Y ¿ahora qué? ¿No habrá tsunamis? ¿los habrá?

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