Cuánta razón tenían Maquiavelo y Tomasi de Lampedusa

Y ahora qué pasa eh?

De qué diablos va este gobierno y este país, con un carajo no se puede pedir mucho con tan poco y no se puede hacer tan poco con tanto.

Que de qué estoy hablando? cuánto tiempo tiene que pasar antes de que nos demos cuenta lo errados que estamos frente a las acciones cometidas, desde un individuo hasta la persona más poderosa de este país?

De qué estoy hablando? de Historia, de todas las acciones llevadas a cabo desde el primero de enero de 1900 al 31 de diciembre de 1999. Desde el primero de enero de 2000 hasta el 20 de octubre de 2009.

Es que a caso algo ha cambiado?

La eterna permanencia de las acciones políticas, por más que haya buenas voluntades y agradables idealismos, nos lleva a la confirmación pesimista: La clase política siendo dirigentes o bases, en México jamás habrá de cambiar por más colores que se le adornen.

No quiero alargarme en ilustraciones baratas o denostaciones para calmar, como una válvula de escape, el terror y el enojo que vienen como olas de calor a mi mínimo entender de éstos, los cuales se sirven de su lengua para encumbrarse en el servicio público y después muestran su verdadero talante (como si no lo supiéramos de antemano).

A caso somos como aquellos enfermos que han perdido el juicio y el autogobierno, no sabremos nunca gobernarnos bajo el único sistema que acepta la justicia y el respeto al otro: la comunidad?

Lo sé, a pesar de tanta palabrería y hartazgo, nosotros, todos los que vivimos en las ciudades, organizados para explotar o ser explotados, los que poseen buena voluntad o se sirven y se servirán de los demás, los impasibles y los pusilánimes, los valientes que expresan lo que sienten y que dicen lo que piensan. Todos, habremos de ser, en el futuro una simple referencia a pie de página, si bien se acuerdan de lo que hicimos, para mejorar o empeorar las condiciones de un incierto futuro.

Si he de ser optimista, como dicen los brahmanes, a orillas del Ganges, las cosas que hagamos o dejemos de hacer ya habrán sido hechas o dejadas de haber sido hechas de todas maneras, así que de qué hemos de preocuparnos por este mundo material si es perecedero y digno de ser desechado?

Sin embargo, a pesar de la ilustrísima fatalidad de todos los seres humanos, o a propósito de ella, lo que no saben esta bola de corruptos hijos de su chingada madre, cuyo cerebro ha sido total y absolútamente petrificado, es que los hechos de la historia no pueden detenerse, nuestro sistema está hablando con todas sus fallas y los hechos se están repitiendo fatalmente, de esta manera podremos avisorar que las medidas tomadas, los linchamientos mediáticos, las alianzas esquizofrénicas entre puercos y perros, entre putas y vasallos (elija usted los adjetivos y póngalos a su diablo en turno), conducirán indefectiblemente a otro infinito cambio de poderes y al final a una nueva era de ventas y compras de los bienes y activos nacionales: Que viva el siglo XVIII, que viva su majestad Don Fernando VII, vivan los virreyes y la Nueva España! Nada ha cambiado.