UN CURIOSO PATIO TRASERO

SILENCIOSO LUGAR ES ÉSTE DONDE LOS RESTOS DE LAS MÁQUINAS PERMENECEN JUNTO AL BROTE SALVAJE DE PLANTAS E INSECTOS QUE QUIEREN COMERSE CADA UNO DE LOS RESQUICIOS ABANDONADOS Y VUELTOS A TRANSFORMAR POR LAS PERSONAS. LA TARDE CAÍA LEVE, HIRVIENTE Y LA INDIFERENCIA SE TORNABA CADA VEZ MÁS PELIGROSA, AMENAZANDO CON ABARCARNOS TODO, NUESTRO PENSAMIENTO, REALIDAD, LENGUA, VITALIDAD, PROFUNDAMENTE METAMORFOSEANDO NUESTRO INTELECTO Y VOLVIÉNDONOS LA RAÍZ PRIMERA DE UNA PLANTA, LA BURBUJA RETENTIVA QUE SE CONFUNDÍA ENTRE LA VISCOSIDAD DE LA GRASA QUE ALGUNA VEZ PERMEÓ LAS ARTERIAS DE LA PODEROSA MÁQUINA Y EL AGUA HERRUMBROSA QUE SE DIGNIFICABA JUNTO CON LA SAVIA Y EL BULLICIO DE LAS HORMIGAS, ÚNICOS HABITANTES DE ESTE HIBERNADERO, DE ESTE RESQUICIO RARA VEZ VISITADO POR AJENOS. AJENOS ÉRAMOS Y COMO TALES EXTRAÑOS AL ENTORNO EL CUAL NOS OFRECÍA SUS PEQUEÑOS SECRETOS GUARDADOS NADA CELOSAMENTE PUESTO QUE PUDIMOS TRASGREDIR LA ENTRADA SIN MÁS MISTERIO QUE EL MISTERIO DE LA LUZ QUE CAÍA PESADA, CRUJIENTE, PERFECTA.

NADIE PUDO HABERSE PERCATADO DE QUE ESTUVVIMOS AHÍ, EXCEPTO UN SERVIDOR, UN HURAÑO, UN MENDIGO DEL SALARIO FINAL, EL CUAL NOS ORDENÓ SALIR COMO SIEMPRE LO HACEN. CÓMO SE MARAVILLAN ÉSTOS, LOS QUE SON MANDADOS A CUMPLIR ÓRDENES, LOS INSULSOS QUE REFUGIÁNDOSE EN UN UNIFORME CUMPLEN CON UNA TAREA INÓCUA: ALEJARNOS DE ESTE SANTUARIO PEQUEÑO.

PUDIMOS ESTAR AHÍ MÁS TIEMPO, NO FUE SUFICIENTE.
REGRESAREMOS A ESTE SITIO DE INDEFERENCIA HIERRO Y AGUAS ESTANCADAS

AHORA DORMITA EN LAS IMAGENES DE UNA CIUDAD QUE VIVE APARTE HUNDIDA SIEMPRE EN LA MULTITUD VOBINA, EN LA MULTITUD QUE SABE QUE YA TODO ESTÁ VISTO.