PARAÍSO 41

LITERATURA
DESHECHOS MENTALES
trabajos inconclusos
tiempo usado
tiempo porvenir
cúmulos de ideas y voces pensativas

Qué nos hace ser nosotros con el mundo? el diálogo
las relaciones y los lazos que confeccionamos como tejedores, la palabra, la voz, las decisiones.
Confrontamos nuestro entendimiento al entendimiento de los demás esperando una respuesta, así de simple y lógico, la respuesta es la suma de todas las variables infinitas, pero sólo una nos termina afectando, así de simple.

Es como tener siempre prendida una máquina, sus únicas respuestas son SÍ/NO
sin embargo de aquella respuesta se determina nuestro andar, nuestro destino
nuestra respuesta.

No, podemos deshacernos de los demás puesto que somos personas
y este título nos hace gregarios, ser con mundo, nadie está exento del trato diario, ni siquiera los que están confinados en celdas o los enfermos terminales o los dementes.

He aprendido, a través de este hastío, que no puedo safarme de los comentarios, los puntos de vista, las advertencias, los halagos, las órdenes.
No puedo cerrar mis oídos como cierro mis ojos frente al hastío, mis oídos registran otras voces del mismo idioma, voces inútiles, estorbosas, débiles.
He aprendido que el poder se basa en lo que se puede creer de los demás repetido una y otra vez aunque eso que se crea sea una verdad a medias o una absoluta mentira, supongamos que de pronto ocurre una revuelta y los que están involucrados ganan y proponen que el cielo será verde y suprimen la ciencia y la historia anterior al cielo azul, qué tenemos? que todas las generaciones posteriores tendrán un cielo verde: verde claro al amanecer, verde oscuro al atardecer y nadie se sorprenderá por eso.

Los límites de la relidad, en los espacios inmensos, como en los insignificantes espacios son los mismos, si se repite un módulo de pensamiento terminará siendo verdad inclusive cuando dicha vardad sea refutada incansable número de veces, aún con argumentos basados en la experiencia física.

He aprendido que la inutilidad yace frente a las personas
la lógica de la inutilidad es perversa
es la nube negra que permenece en el fondo de nuestros cerebros
la usamos porque está presente, hablamos porque tenemos boca
así de simple.

Bien, no puedo desprenderme de los inútiles, sería como pelear contra las sombras, qué hacer entónces?

DEJAR QUE EL DÍA COMIENCE
METER UN PEDAZO DE CARTÓN DENTRO DE UN ASOMBROSO RELOJ QUE REGISTRA UNA TODAVÍA ASOMBROSA ENTRADA, RECIBIR UN -bonito día- DE VOZ DE UNA MUJER QUE ESTÁ DETRÁS DE UN MOSTRADOR SEMEJANTE LA REJILLA DE PRÁCTICAS DE UN MINISTERIO PÚBLICO Y SEGUIR PRETENDIENDO.

El poder yace en el fondo de la inutilidad, a cada segundo que la vida se va, la inutilidad se encuentra rodeándonos, es una bendición que la mayor parte de las personas se refugien bajo ese signo del ser, que vivan sus vidas de acuerdo al canon establecido por la mayoría. El cielo no es ni azul ni verde, ni siquiera es verdadero. Es solamente la sustancia y la forma que tapan huecos en la significación, de otra manera las mujeres embarazadas, las gordas sin futuro, los frustrados que llevan medio siglo trabajando, los pequeños comisarios, los absurdos padres de familia, los escritores rasgados, y los pequeños mediocres no tendrían jamás un minuto de tranquilidad en lo que les resta de vida.

El poder de la palabra es un pequeño y profundo río caudaloso, lleno de rocas húmedas.
Sin embargo la respuesta cotidiana, a la que me enfrento todos los sías desde hace casi tres años es simple, es un SÍ/NO.

Las variables, por lo menos en lo que respecta a mí son simples, SE TIENE/NO SE TIENE
A pesar del caos que genere en mis tripas, la respuesta es simple, yo con mundo.
Los inútiles se desangran en sentimientos de lazos y de lealtades, de soledades y resentimientos, de motivos para estar seguros de sí mismos en jaulas cuyos habitantes no distinguen los colores del día de los colores de la noche.