CIELO NUBLADO

LLUEVE
LA CIUDAD CONTINÚA DENTRO DEL TIEMPO
LOS SONIDOS CONTINÚAN SU RITMO
ESTE ES UN TIEMPO DEFINIDO

Como si hubiéramos conocido todo lo que pasaría en este tiempo, bajo estas condiciones del ser, de la esperanza. Lo significativo permanece, lo que no sirve es borrado, simplemente se sigue una línea de abasto para que otras personas retomen lo ya antes vivido.

Libros, fotografías, actividades que permanecen, que hacen marchar la manecilla, tic tac tic tac, a diferentes revoluciones, las personas marcan pautas, como si fuera una representación monoaural. No lo es.

Escribir como en un acto de venganza, escribir para que pocos lo lean y menos lo comprendan.
Luces neón, sabios que se creen sabios.
Vidas recopiladas y vidas trasnochadas, un vaso con vodka sería insuficiente.

Ayer me perseguía la lluvia conforme me acercaba a casa, mis ropas estaban húmedas, veo el periférico borrarse dentro del microbús donde regresaba. Pasan dos horas, bajo del transporte, me acerco al cajero automático (no tengo crédito en mi celular) compro unos cigarrillos, camino a la calle comienza a llover de nuevo, me mojo, la indiferencia de la lluvia es significativamente más real que nuestros propios pensamientos. Hay una depresión tropical que genera la lluvia pero no lo comprendo.

Llego a casa, me cambio de ropa,prendo la computadora, no puedo entrar al messenger, no tengo comunicación (mi celular sigue sin crédito) me llega un mensaje; hay reunión para recibir a una mujer que llega de Oaxaca, hablo con una desconocida, beberán vodka y recordarán los sucesos que la lluvia se llevó exactamente un año. Lágrimas, imágenes marisma de lo mismo.
El tiempo; esa infinita máquina circular que regresa los hechos digeridos, que los magnifica en un arco hiperbólico. Lágrimas.

Duermo, la lluvia y la radio me arrullan, despierto a las 3 de la madrugada, me siento pesado, ¿es posible que mi enojo sea producto de los rituales del caos?

22 de junio de 1973
22 de junio de 2009

Los hechos se repiten incesantemente
los cigarrillos terminan más pronto de lo necesario
no hay cerveza lo suficientemente oscura
las ventanas continúan recibiendo el frío viento de esta ciudad,
a pesar de que el calor sofoque los deseos más intranquilos.

Una a una las palabras continúan viniendo, los cuestionamientos las anécdotas y los amigos.
Los días consecutivos se aprovechan de las personas que se aprovechan de otras personas que siguen digiriendo el discurso: fotografías de un mundo viejo: lo que está arriba está abajo.

Sábado, ¿sabe alguien dónde estaba ese día 21?
yo sí, hace exáctamente un año me preparaba para comer el mejor plato de macarrones con catsup que había probado en mi vida
estaba a punto de celebrar 35
estaba a punto de irme a festejar a esa misma ciudad que amo y que aborrezco
festejar la nada, comer con los amigos que ahora no existen ya más
decidí no hacerlo.

Domingo, 6:30 am, recibo una llamada por el celular, no contesto, sé quién me está llamando pero seguramente se están divirtiendo, están ébrios y quieren que conteste para que yo lo sepa.
7:00 am, recibo una llamada de mi sobrino, me dice que ese bato se mató.
Entre sueños, regreso al mundo, llamo por teléfono a la amiga del recién difunto.
22 DE JUNIO 2008: CERCA DE LAS CALLES DE OBRERO MUNDIAL CIUDAD DE MÉXICO
10:00 am
Me siento en una banqueta, a mi espalda está el ministerio público, alguien toma declaraciones mal redactadas, alguien me da un vaso de unicel con café, alguien vomita o ha vomitado desde la madrugada, incredulidad, llanto, sozobra de familiares, cielo nublado, la lluvia persigue y amenaza, la lluvia persigue y maltrata a los que se maltratan.
1:00 pm, locos tratando de entender a un loco, llamadas para felicitarme por mis 35, reconocimiento de cadáver, levantamiento de los hechos, fatídicos, voces lejanas voces cercanas.

¿Qué pasa ahora?

Las calles lucen tan naturales en ese momento, como ahora. No sirvió sino para magnificar la miseria que a veces retocamos con colores fosforescentes: sigue siendo la misma miseria, ¿entónces de qué sirvió tanto castigo?
Nada, un páramo donde ahora nadie desea salir, donde es necesario detener las manecillas para poder continuar con el día detenido a perpetuidad, como esa tumba estúpida, como esos huesos sin vida, como esas compañías solitarias.

Como ese amigo que se quedó bebiendo café mientras llegaban papá y mamá a reconocer la tragedia cometida por su inútil hijo. Y yo creyéndome su fantástica literatura.

Luna sobre la ciudad de México, siempre seguirás saliendo indiferente y ocultándote igual de indiferente. Lluvia, hiriendo los parabrisas, el asfalto, los prados, las azoteas, las lágrimas que no han servido a lo largo de todo este año.

Quiero, si de algo he querido fanáticamente desear, que la memoria abstraiga hasta el último recuerdo de ese momento. No puedo.
Silencio absoluto. Comienza a llover de nuevo.